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Natación: deporte, salud y bienestar

Sabemos que el deporte es uno de los pilares fundamentales para estar saludables. En esta ocasión, profundizaremos en la natación, una de las actividades deportivas más completas, ya que trabaja los diversos grupos musculares de manera simultánea, implica una movilidad constante, promueve la resistencia, y combina el desarrollo físico con el mental.

Uno de los aspectos positivos de la natación, es que se considera un deporte que puede ser practicado en diferentes niveles de dificultad, según las aptitudes y exigencias de quién lo realice y para diversas edades, que van desde bebés y niños/as hasta adultos mayores (siempre que la práctica a realizar se adecúe a nosotros y esté avalada por un profesional según su criterio médico).

Muchas veces resulta dificultoso el aprender a nadar, sobre todo durante los primeros años de vida de las personas, dado que puede florecer un sentimiento de miedo o temor al exponerse a un contexto desconocido. Sin embargo, la natación es una herramienta fundamental, que puede colaborar en el desarrollo de la independencia de los niños/as, la autoconfianza y puede transformarse en un recurso muy útil en caso de necesidad.

A continuación, detallamos una serie de beneficios que promueve este deporte:

Reduce el estrés y mejora la salud mental, ya que el oxígeno que se utiliza para nadar activa el cerebro y libera toxinas. Aumenta la sensación de bienestar. Al estar en el agua y centrar la atención en la respiración, el cuerpo de relaja y bajan los niveles de ansiedad y la sensación de estrés.

Es beneficioso para el sistema respiratorio, ya que en la natación es indispensable una respiración adecuada, por la tanto aumenta la capacidad pulmonar y el sistema respiratorio se fortalece.

Es provechoso para el sistema cardiovascular debido a que se mejora el consumo de oxígeno, crea resistencia y se regula la presión arterial. Realizar este deporte produce una mejora en la circulación sanguínea y esto disminuye la frecuencia cardíaca.

Poco propenso a generar lesiones. Al ser una práctica que se desarrolla dentro del agua, nos encontramos flotando y en comparación con otros deportes, no se produce un impacto recurrente con superficies duras. Hay pocas probabilidades de lesión o daño en las articulaciones, huesos, tendones o ligamentos. Estos se desgastan menos y se preservan mejor.

Es una herramienta esencial en el desarrollo de la niñez. Se debe trabajar para que los niños y niñas pierdan el miedo al agua y se sientan seguros. Según estadísticas, el ahogamiento es una de las principales casusas de muerte accidental en menores de 5 años y el conocimiento de la natación puede servir para prevenir este tipo de accidentes en caso de ser necesario.

Al trabajar con todos los grupos musculares, aumenta la flexibilidad en quienes la ejercen y tonifica los músculos, mayormente de la espalda. Se recomienda practicar natación a aquellos que sufran de dolores de espalda, mala postura, escoliosis, lumbalgias y problemas de hernias o cadera. También se utiliza como rehabilitación tras lesiones de tobillos o rodilla. La rehabilitación siempre debe estar controlada y debe ser solicitada y autorizada por profesionales.